2 Samuel 5:1-12
1 Vinieron todas las tribus de Israel adonde estaba David en Hebrón y le dijeron: «Mira, hueso tuyo y carne tuya somos.
2 Aun antes de ahora, cuando Saúl reinaba sobre nosotros, eras tú quien sacabas a Israel a la guerra, y lo volvías a traer. Además, Jehová te ha dicho: «Tú apacentarás a mi pueblo Israel, y tú serás quien gobierne a Israel»».
3 Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel ante el rey en Hebrón. El rey David hizo un pacto con ellos allí delante de Jehová; y ungieron a David como rey de Israel.
4 Tenía David treinta años cuando comenzó a reinar, y reinó cuarenta años.
5 Reinó en Hebrón sobre Judá durante siete años y seis meses, y reinó en Jerusalén treinta y tres años sobre todo Israel y Judá.
6 El rey y sus hombres marcharon sobre Jerusalén, contra los jebuseos que habitaban en aquella tierra, los cuales le dijeron a David: «Tú no entrarás aquí, pues aun los ciegos y los cojos te echarán» (queriendo decir: David no puede entrar aquí).
7 Pero David tomó la fortaleza de Sión, que es la ciudad de David.
8 David había dicho aquel día: «Todo el que ataque a los jebuseos, que suba por el canal y hiera a los cojos y ciegos, a los cuales aborrece el alma de David». De aquí el dicho: «Ni ciego ni cojo entrará en la Casa».
9 David se instaló en la fortaleza y le puso por nombre la Ciudad de David. Edificó una muralla en derredor, desde Milo hacia el interior.
10 E iba David adelantando y engrandeciéndose, y Jehová Dios de los ejércitos estaba con él.
11 También Hiram, rey de Tiro, envió embajadores a David, así como madera de cedro, carpinteros y canteros para los muros, los cuales edificaron la casa de David.
12 David supo entonces que Jehová lo había confirmado como rey de Israel, y que había engrandecido su reino por amor de su pueblo Israel.