Génesis 15:1-16

1 Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: –No temas, Abram, yo soy tu escudo, y tu recompensa será muy grande.
2 Respondió Abram: –Señor Jehová, ¿qué me darás, si no me has dado hijos y el mayordomo de mi casa es ese Eliezer, el damasceno?
3 Dijo también Abram: –Como no me has dado prole, mi heredero será un esclavo nacido en mi casa.
4 Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: –No te heredará este, sino que un hijo tuyo será el que te herede.
5 Entonces lo llevó fuera y le dijo: –Mira ahora los cielos y cuenta las estrellas, si es que las puedes contar. Y añadió: –Así será tu descendencia.
6 Abram creyó a Jehová y le fue contado por justicia.
7 Jehová le dijo: –Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos para darte a heredar esta tierra.
8 Abram respondió: –Señor Jehová, ¿en qué conoceré que la he de heredar?
9 Jehová le dijo: –Tráeme una becerra de tres años, una cabra de tres años y un carnero de tres años; y una tórtola y un palomino.
10 Tomó Abram todos estos animales, los partió por la mitad y puso cada mitad enfrente de la otra; pero no partió las aves.
11 Y descendían aves de rapiña sobre los cuerpos muertos, pero Abram las ahuyentaba.
12 A la caída del sol cayó sobre Abram un profundo sopor, y el temor de una gran oscuridad cayó sobre él.
13 Entonces Jehová le dijo: –Ten por cierto que tu descendencia habitará en tierra ajena, será esclava allí y será oprimida cuatrocientos años.
14 Pero también a la nación a la cual servirán juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza.
15 Tú, en tanto, te reunirás en paz con tus padres y serás sepultado en buena vejez.
16 Y tus descendientes volverán acá en la cuarta generación, porque hasta entonces no habrá llegado a su colmo la maldad del amorreo.