Introducción Ezequías

Ezequías pág. 205

Ezequías (‘Jehová fortalece’). Fue hijo de un perverso rey de Judá, Acaz. Llegó a ser un gran reformador espiritual de su nación y uno de los mejores monarcas de Judá. Comenzó a reinar a los 25 años y gobernó durante veintinueve.

Su primera preocupación fue destruir los ídolos que su padre había construido por todo el país, así como restaurar y purificar el templo, el cual estaba muy deteriorado. Enseguida, preparó todo para la celebración de la Pascua, una celebración olvidada para entonces.

Fortaleció las defensas de Jerusalén y construyó un canal que llevaba el agua dentro de la ciudad.

En los momentos de peligro se apoyó en Dios y testificó cómo el Señor destruyó al ejército asirio cuando amenazaba con asolar al país.

Cuando enfermó y recibió la indicación de parte de Dios de que iba a morir, rogó de tal manera al Señor para que lo sanara que se le concedieron quince años más de vida.

Entonces, cometió su gran error, en ocasión de la visita de unos embajadores extranjeros que lo felicitaron por su restablecimiento. En vez de señalar a Dios como el gran Gobernante de la nación, prefirió mostrarles todas sus riquezas, lo que despertó la codicia de esos pueblos que más tarde invadieron Judá, llevándose consigo sus riquezas.