Lucas 1:57-66

57 Cuando a Elisabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento, dio a luz un hijo.
58 Al oir los vecinos y los parientes que Dios había engrandecido para con ella su misericordia, se regocijaron con ella.
59 Aconteció que al octavo día vinieron para circuncidar al niño, y lo llamaban con el nombre de su padre, Zacarías;
60 pero su madre dijo: –¡No! Se llamará Juan.
61 Le dijeron: –¿Por qué? No hay nadie en tu parentela que se llame con ese nombre.
62 Entonces preguntaron por señas a su padre cómo lo quería llamar.
63 Él, pidiendo una tablilla, escribió: «Juan es su nombre». Y todos se maravillaron.
64 En ese momento fue abierta su boca y suelta su lengua, y comenzó a bendecir a Dios.
65 Se llenaron de temor todos sus vecinos, y en todas las montañas de Judea se divulgaron todas estas cosas.
66 Los que las oían las guardaban en su corazón, diciendo: «¿Quién, pues, será este niño?» Y la mano del Señor estaba con él.