Marcos 9:17-27

17 Respondiendo uno de la multitud, dijo: –Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo,
18 el cual, dondequiera que lo toma, lo sacude; echa espumarajos, cruje los dientes y se va secando. Dije a tus discípulos que lo echaran fuera, pero no pudieron.
19 Respondiendo él, les dijo: –¡Generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo.
20 Se lo trajeron, y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho, que cayó al suelo revolcándose y echando espumarajos.
21 Jesús preguntó al padre: –¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Él dijo: –Desde niño.
22 Y muchas veces lo arroja al fuego o al agua, para matarlo; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos.
23 Jesús le dijo: –Si puedes creer, al que cree todo le es posible.
24 Inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: –Creo; ayuda mi incredulidad.
25 Cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu impuro, diciéndole: –Espíritu mudo y sordo, yo te mando que salgas de él y no entres más en él.
26 Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndolo con violencia, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían: «Está muerto».
27 Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo enderezó; y se levantó.