Cómo enfrentar la vejez

Ayuda para cada momento

2 Corintios 4:16-18

16 Por tanto, no desmayamos; antes, aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día,
17 pues esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;
18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven, pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

2 Corintios 5:1

Sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshace, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha por manos, eterna, en los cielos.

Isaías 25:8

Destruirá a la muerte para siempre, y enjugará Jehová el Señor las lágrimas de todos los rostros y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho.

Salmos 92:12-15

12 El justo florecerá como la palmera; crecerá como cedro en el Líbano.
13 Plantados en la casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán.
14 Aun en la vejez fructificarán; estarán vigorosos y verdes,
15 para anunciar que Jehová,mi fortaleza, es recto y que en él no hay injusticia.

Salmos 103:4-5

4 el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias,
5 el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila.

Proverbios 9:11

Porque por mí se aumentarán tus días, años de vida se te añadirán.

Proverbios 10:27

El temor de Jehová aumenta los días, mas los años de los malvados serán acortados.

Salmos 90:12-15

12 Enséñanos de tal modo a contar nuestros días que traigamos al corazón sabiduría.
13 ¡Vuélvete, Jehová! ¿Hasta cuándo? ¡Ten compasión de tus siervos!
14 De mañana sácianos de tu misericordia, y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días.
15 Alégranos conforme a los días que nos afligiste y los años en que vimos el mal.

Romanos 14:7-8

7 Ninguno de nosotros vive para sí y ninguno muere para sí.
8 Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos o que muramos, del Señor somos.

Job 19:25-27

25 Pero yo sé que mi Redentor vive, y que al fin se levantará sobre el polvo,
26 y que después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios.
27 Lo veré por mí mismo; mis ojos lo verán, no los de otro. Pero ahora mi corazón se consume dentro de mí.

Salmos 73:24-26

24 Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria.
25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.
26 Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.

Salmos 48:14

porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; él nos guiará aun más allá de la muerte.

Eclesiastes 11:10

Quita, pues, de tu corazón el enojo y aparta de tu carne el mal, porque la adolescencia y la juventud son vanidad.

Salmos 31:14-15

14 Mas yo en ti, Jehová, confío; digo: «¡Tú eres mi Dios.
15 En tu mano están mis tiempos!» Líbrame de manos de mis enemigos y de mis perseguidores.