Asa

Hombres y mujeres de la Biblia

Introducción Asa

Asa pág. 199

Asa (significado incierto). Hijo de Abías, rey de Judá, sucedió a su padre y tuvo un largo reinado de cuarenta y un años.

Fue un reformador, en el sentido que se dedicó a erradicar la idolatría de su nación, incluso destruyó el ídolo que su madre, Maaca, adoraba y retirándole la distinción de ser la reina madre.

Fortificó las ciudades de la frontera y derrotó al ejército de Zera, para luego volver a Jerusalén. Una vez allí, convocó al pueblo a una asamblea en la que renovó el pacto con Dios.

Fue muy amado por su pueblo.

2 Crónicas 14-16

2 Crónicas 14

Reinado de Asa

1 Durmió Abías con sus padres y fue sepultado en la Ciudad de David. Reinó en su lugar su hijo Asa, en cuyos días tuvo sosiego el país por diez años.
2 Asa hizo lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová, su Dios.
3 Porque quitó los altares del culto extraño y los lugares altos; quebró las imágenes y destruyó los símbolos de Asera;
4 y mandó a Judá que buscara a Jehová, el Dios de sus padres, y pusiera por obra la Ley y sus mandamientos.
5 Quitó asimismo de todas las ciudades de Judá los lugares altos y las imágenes; y estuvo el reino en paz bajo su reinado.
6 Edificó ciudades fortificadas en Judá, por cuanto había paz en la tierra, y no había guerra contra él en aquellos tiempos; porque Jehová le había dado paz.
7 Dijo, por tanto, a Judá: «Edifiquemos estas ciudades y cerquémoslas de muros con torres, puertas y barras, ya que la tierra es nuestra; porque hemos buscado a Jehová, nuestro Dios; lo hemos buscado, y él nos ha dado paz por todas partes». Edificaron, pues, y fueron prosperados.
8 Tuvo también Asa un ejército de trescientos mil hombres de Judá, armado con escudos y lanzas, y doscientos ochenta mil hombres de Benjamín que portaban escudos y entesaban arcos. Todos eran hombres diestros.
9 Salió contra ellos Zera, el etíope, con un ejército de un millón de hombres y trescientos carros; y vino hasta Maresa.
10 Entonces salió Asa contra él, y se pusieron en orden de batalla en el valle de Sefata, junto a Maresa.
11 Y clamó Asa a Jehová, su Dios, y dijo: «¡Jehová, para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que no tiene fuerzas! Ayúdanos, Jehová, Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre marchamos contra este ejército. Jehová, tú eres nuestro Dios; no prevalezca contra ti el hombre».
12 Jehová deshizo a los etíopes delante de Asa y delante de Judá; y huyeron los etíopes.
13 Asa y el pueblo que con él estaba los persiguieron hasta Gerar; y cayeron los etíopes hasta no quedar ninguno con vida, pues fueron deshechos delante de Jehová y de su ejército. Y les tomaron muy grande botín.
14 Atacaron también todas las ciudades alrededor de Gerar, porque el terror de Jehová cayó sobre ellas; y saquearon todas las ciudades, pues había en ellas gran botín.
15 Asimismo atacaron las cabañas de los que tenían ganado y se llevaron muchas ovejas y camellos. Después volvieron a Jerusalén.

 

2 Crónicas 15

Reformas religiosas de Asa

1 Vino el espíritu de Dios sobre Azarías hijo de Obed,
2 el cual salió al encuentro de Asa y le dijo: «Oídme, Asa, todo Judá y Benjamín: Jehová estará con vosotros si vosotros estáis con él; y si lo buscáis vosotros lo hallaréis; pero si lo dejáis, él también os dejará.
3 Muchos días ha estado Israel sin verdadero Dios y sin sacerdote que enseñara, y sin Ley;
4 pero cuando en su tribulación se convirtieron a Jehová, Dios de Israel, y lo buscaron, ellos lo hallaron.
5 En aquellos tiempos no hubo paz, ni para el que entraba ni para el que salía, sino muchas aflicciones sobre todos los habitantes de las tierras.
6 Una gente destruía a otra, y una ciudad a otra ciudad; porque Dios los turbó con toda clase de calamidades.
7 Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra».
8 Cuando oyó Asa las palabras y la profecía del profeta Azarías hijo de Obed, cobró ánimo y quitó los ídolos abominables de toda la tierra de Judá y de Benjamín, y de las ciudades que él había tomado en la parte montañosa de Efraín; y reparó el altar de Jehová que estaba delante del pórtico de Jehová.
9 Después reunió a todo Judá y Benjamín, y con ellos los forasteros de Efraín, de Manasés y de Simeón; porque muchos de Israel se habían pasado a él, viendo que Jehová, su Dios, estaba con él.
10 Se reunieron, pues, en Jerusalén, en el mes tercero del año decimoquinto del reinado de Asa.
11 Y en aquel mismo día sacrificaron para Jehová, del botín que habían traído, setecientos bueyes y siete mil ovejas.
12 Entonces prometieron solemnemente que buscarían a Jehová, el Dios de sus padres, de todo su corazón y de toda su alma;
13 y que cualquiera que no buscara a Jehová, el Dios de Israel, que muriera, ya fuera grande o pequeño, hombre o mujer.
14 Juraron, pues, a Jehová en alta voz y con gritos de júbilo, al son de trompetas y de bocinas.
15 Todos los de Judá se alegraron de este juramento; porque de todo su corazón lo juraban, y con toda su voluntad lo buscaban. Por eso Jehová se dejó hallar de ellos y les dio paz por todas partes.
16 Aun a Maaca, su propia madre, el mismo rey Asa la depuso de su dignidad, porque había hecho una imagen de Asera; y Asa destruyó la imagen, la desmenuzó y la quemó junto al torrente Cedrón.

17 Con todo esto, los lugares altos no desaparecieron de Israel, aunque el corazón de Asa fue perfecto en todos sus días.
18 Trajo este a la casa de Dios lo que su padre había dedicado, y lo que él mismo había consagrado, plata, oro y utensilios.
19 Y no hubo más guerra hasta el año treinta y cinco del reinado de Asa.

 

2 Crónicas 16

Alianza de Asa con Ben-adad

1 En el año treinta y seis del reinado de Asa, subió Baasa, rey de Israel, contra Judá, y fortificó a Ramá, para cortarle toda comunicación a Asa, rey de Judá.
2 Entonces sacó Asa la plata y el oro de los tesoros de la casa de Jehová y de la casa real, y envió mensajeros a Ben-adad, rey de Siria, que estaba en Damasco, diciendo:
3 «Haya alianza entre tú y yo, como la hubo entre tu padre y mi padre. Aquí te envío plata y oro para que vengas y deshagas la alianza que tienes con Baasa, rey de Israel, a fin de que se aleje de mí».
4 Consintió Ben-adad con el rey Asa y envió los capitanes de sus ejércitos contra las ciudades de Israel; conquistaron Ijón, Dan, Abel-maim y las ciudades de aprovisionamiento de Neftalí.
5 Cuando Baasa lo supo, cesó de edificar a Ramá y abandonó su obra.
6 Entonces el rey Asa tomó a todo Judá, y se llevaron de Ramá la piedra y la madera con que Baasa edificaba; y con ellas edificó Geba y Mizpa.
7 En aquel tiempo vino el vidente Hanani ante Asa, rey de Judá, y le dijo: «Por cuanto te has apoyado en el rey de Siria, y no te apoyaste en Jehová, tu Dios, por eso el ejército del rey de Siria ha escapado de tus manos.
8 Los etíopes y los libios, ¿no eran un ejército numerosísimo, con carros y mucha gente de a caballo? Con todo, porque te apoyaste en Jehová, él los entregó en tus manos.
9 Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen un corazón perfecto para con él. Locamente has procedido en esto; por eso de aquí en adelante habrá más guerra contra ti».
10 Entonces se enojó Asa contra el vidente y lo echó en la cárcel, pues se encolerizó mucho contra él a causa de esto. También oprimió Asa en aquel tiempo a algunos del pueblo.

Muerte de Asa

11 Pero los hechos de Asa, los primeros y los últimos, están escritos en el libro de los reyes de Judá y de Israel.
12 En el año treinta y nueve de su reinado, Asa enfermó gravemente de los pies, pero en su enfermedad tampoco buscó a Jehová, sino a los médicos.
13 Y durmió Asa con sus padres; murió en el año cuarenta y uno de su reinado.
14 Lo sepultaron en los sepulcros que él había hecho para sí en la Ciudad de David; y lo pusieron en un ataúd, el cual llenaron de perfumes y diversas especias aromáticas, preparadas por expertos perfumistas; e hicieron un gran fuego en su honor.